Kay Hanna DeLuca
Farmacéutica y actriz

Kay Hanna DeLuca es farmacéutica jubilada y dedicó la mayor parte de su carrera como directora de farmacia en el Otsego Memorial Hospital, en Gaylord, Míchigan. Comparte con su esposo, Tad, un profundo orgullo por sus tres hijas y su primer nieto. Kay disfruta de los momentos tranquilos en la naturaleza, dedicarse al jardín, la apicultura, la lectura y el tejido, y aporta una presencia serena y compasiva a la comunidad de Ni une más.
Aunque no es sobreviviente de agresión o abuso sexual, la experiencia de Kay como mujer en la sociedad ha estado marcada por una vida entera de acoso sexual, que comenzó en la infancia y se prolongó hasta la adultez. A través de su participación en Healing Bells, se une en solidaridad con las personas sobrevivientes y ofrece un apoyo firme, especialmente a quienes puedan sentirse invisibles.
“No soy víctima de agresión ni de abuso sexual. Pero como mujer en nuestra sociedad actual, he experimentado acoso sexual durante gran parte de mi vida. Siempre fui alta y, a los 11 o 12 años, a menudo me confundían con alguien mayor. Hombres adultos hacían comentarios inapropiados, me guiñaban un ojo o me rozaban. Era una niña y me sentía aterrada y confundida. Tal vez el acoso empezó antes para mí que para otras, pero la mayoría de las mujeres han vivido el silbido en la calle, el pellizco o el roce en el trabajo, los chistes vulgares, y luego la acusación de no tener sentido del humor.
Participo en Ni une más principalmente para apoyar a mi esposo, Tad. Pero también quiero acompañar a todas las personas que hayan sido traumatizadas por insinuaciones, agresiones o abusos sexuales.”